Las reseñas no caen del cielo, por eso se publican con cuentagotas; sino que las producen mentes lectoras inquietas y curiosas como la de NATA NAPOLITANO que ha escrito una hermonísima y bien redonda reseña sobre mi novela. ¡Gracias, gracias, gracias a Napolitano y al Miami Review!
El duelo como epicentro: Patricia sigue aquí y la alquimia del dolor cotidiano
“Patricia sigue aquí, de María Mínguez Arias, es una novela sobre la orfandad amorosa… una novela necesaria y hermosa, que captura con delicadeza y claridad la devastación de una pérdida amorosa, la resiliencia cotidiana y la capacidad de los cuerpos y las palabras para seguir diciendo presente, incluso cuando todo parece haberse ido.”
“Hay libros que iluminan, otros que acompañan, y algunos que directamente sostienen. Nombrar el cuerpo pertenece a esta última categoría. Su lectura deja la sensación de estar frente a una escritura que no se ofrece desde la distancia, sino desde la carne, como un mapa abierto que invita a pensar nuestros propios cuerpos: lo que hemos callado, lo que hemos aprendido a ocultar, lo que podemos empezar a decir.”
NATA NAPOLITANO
Mi corazón tiene una reserva de crítica y crónicas escritas por escritoras melómanas o deportistas y periodistas musicales o deportivos, llamémosla literatosfera de todo lo musical y deportivo. En esos textos la planitud que muchas veces encontramos en la crítica o la crónica literaria se ve sobrepasada por el entramado de conexiones planteadas por la persona firmante; por el complejo contexto social y/o mundo interior en el que bucea la obra musical o por el drama y/o la épica que rodea al evento deportivo.
Todo esto para decir que no me extraña nada que Nata Napolitano escriba crónicas musicales para la revista Suburbano. Aquí comparto la reseña al completo. Tal vez os emocione tanto como a mí:
Nombrar el cuerpo (El BeiSMan Press, 2022), de María Mínguez Arias se despliega como un híbrido de memorias, ensayos, poemas y confesiones. No hay un género único que lo contenga porque lo que late en sus páginas es, justamente, la voluntad de no encajar, de salirse de los moldes —literarios, políticos y corporales— que históricamente han intentado disciplinar a las mujeres y, en particular, a las mujeres queer.
Una escritura encarnada
Desde el primer capítulo, donde relata un desmayo en su propia casa rodeada de bomberos, Mínguez Arias deja claro que la experiencia corporal no es una metáfora sino un territorio político y vital. Los síncopes, las caídas, la maternidad, el dolor menstrual, la enfermedad, el temblor esencial heredado: todo se convierte en materia narrativa. La autora convierte lo clínico en poético y lo íntimo en un registro de resistencia.
“Lo que no se nombra, no existe”, recuerda en un pasaje. Y su libro se vuelve, así, un ejercicio radical de nombrar para existir, para reclamar un espacio propio en el lenguaje y en el mundo.
Feminismo de la piel y la memoria
Nombrar el cuerpo dialoga con la tradición feminista de Audre Lorde y de textos como Our Bodies, Ourselves. Pero lo hace desde una voz muy singular: la de una migrante queer que cruza territorios lingüísticos y geográficos. La escritura oscila entre el castellano y el inglés, entre España y California, entre la experiencia personal y el registro colectivo.
La autora no evade la rabia frente a la violencia patriarcal, pero tampoco se instala en ella como única respuesta. Sus páginas están llenas de humor, de ironía, de ternura hacia sus hijes y su pareja, de solidaridad con otras mujeres. El cuerpo se nombra como herida, pero también como risa y complicidad.
Hibridaciones necesarias
El libro se presenta como un mosaico de géneros: poemas breves que intercalan voces ajenas, ensayos que diseccionan episodios de abuso, fragmentos casi de diario íntimo. Esa mezcla, lejos de dispersar, construye un efecto coral, como si el cuerpo narrado fuera también la suma de otros cuerpos, pasados y presentes, familiares y políticos.
El capítulo sobre la Padrísima Trinidad —esa constelación de figuras masculinas que han intentado regir la vida de las mujeres— se lee con la fuerza de una denuncia, pero también con la lucidez de quien reconoce las fisuras y los aprendizajes que deja el enfrentarse a ellas.
Un libro que sostiene
Hay libros que iluminan, otros que acompañan, y algunos que directamente sostienen. Nombrar el cuerpo pertenece a esta última categoría. Su lectura deja la sensación de estar frente a una escritura que no se ofrece desde la distancia, sino desde la carne, como un mapa abierto que invita a pensar nuestros propios cuerpos: lo que hemos callado, lo que hemos aprendido a ocultar, lo que podemos empezar a decir.
“Mi escritura se ubica en ese centro gravitacional donde convergen… mis identidades de migrante, de mujer queer, de madre y de ocupante de un cuerpo doliente”, declara Mínguez Arias en un momento del libro. Esa declaración no es un epílogo, sino una invitación: a habitar, con todas sus contradicciones, el cuerpo que somos.
Una antología valiente y vibrante que recoge la narrativa de escritoras que habitan y escriben en español desde Estados Unidos… no es una antología más. Es una constelación. Un manifiesto literario. Una plataforma de visibilidad.
Nata Napolitano
UNA OBRA COLECTIVA A 35 VOCES COEDITADA CON MIS QUERIDÍSIMAS NAIDA SAAVEDRA Y MAYA PIÑA
Creo que la antología como género representa muy bien el esfuerzo que supone escribir, editar, distribuir, promocionar y reseñar libros en español de aquí, Estados Unidos; se trata de un trabajo colectivo del que al final nos beneficiamos todas.
Lo que empezó como un hashtag en redes sociales un mes antes de aquel brutal confinamiento pandémico, se va convirtiendo poquito a poquito en libro de referencia para todas aquellas personas interesadas en lo que estamos escribiendo las mujeres en español de Estados Unidos.
Aunque no puede negarse que queda mucho por hacer. Necesitamos tu apoyo. Distribuye este post o la reseña misma, regala el libro, enséñalo en tus clases, coméntalo en redes, propónlo en tu club de lectura, pídelo a tu librería de barrio… recuerda, ¡en este libro vamos todas!
“La selección de textos revela una asombrosa diversidad estilística y temática: desde lo íntimo hasta lo político, desde la autoficción hasta la fábula, desde el realismo sucio hasta la experimentación lingüística… Cada cuento deja una marca. No hay temas tabú ni voces complacientes. En cambio, hay heridas abiertas, deseos contradictorios, exilios múltiples y una ternura subversiva que atraviesa muchos de los textos.”
Gracias al Miami Review por hacerle un espacio a la tan necesaria crítica literaria de nuestro trabajo y a Nata Napolitano por su atenta lectura. La reseña completa puede leerse AQUÍ.
Pues sí, estoy llorando. La inclusión para el mes del orgullo de Nombrar el cuerpo (Editorial Egales, 2022) en esta lista de títulos recomendados por Vanity Fair España no puede llegar más a tiemp0, ¡y con reseña del grandísimo escritor y activista Nando López!
El nuevo régimen autócrata de Estados Unidos está eliminando nuestros derechos uno por uno, muy quirúrjicamente y a una velocidad de vértigo. Las personas queer cada vez estamos más desprotegidas (empezando por las personas trans y acabando con el matrimonio igualitario que ahora quieren eliminar igual que ya hicieron con el derecho al aborto). Pero no sólo están atentando contra lo queer, sino contra todo lo “diferente”, lo no blanco, lo no hetero y lo no patriarcal: lo “no normativo” bajo su horripilante sesgada mirada (inmigrantes con papeles o sin ellos, trabajadoras, estudiantes, la infancia racializada vuelve a estar desprotegida como vuelven a estarlo los cuerpos de las mujeres cis. Lo anuncian alto y claro: la reproducción es la función principal de la mujer, y por ello, también lo son el mantenimiento del hogar, incluida la estabilidad emocional del marido e hijos).
Podría seguir, pero hoy es el día del orgullo, y mi 27 aniversario con la mujer y pareja de mis sueños, con la que también soñé una familia que ahora tenemos. ¡Hoy voy a celebrarnos y a celebrar que nombré mi cuerpo para que no lo tuvieran que hacer otras en situaciones menos privilegiadas que la mía!
Gracias Nando López por el inmenso trabajo literario y de educación y visibilización que haces, ¡por tu compromiso con nuestro colectivo y nuestras letras!
¡A celebrar! ¡Porque nunca vamos a dejar de desearnos ni de querernos!
Su dominio de la palabra es tan deslumbrante como su capacidad para diseccionar miedos y esperanzas, así que la lectura de esta obra se convierte en un laberinto de espejos donde, en cada rincón, nos vemos también a nosotres.
Estos versos perfectos son los que condensan la esencia de la obra y los que me hacen prenderme de su columna. Mínguez Arias lleva a cabo una deconstrucción de sí misma y reconoce el sostén de su vida; al mismo tiempo, esa deconstrucción se transforma en el pilar de su libro
Hoy muero de felicidad, ¡qué bellísima radiografía de Nombrar el cuerpo (Editorial Egales/España; El BeiSmAn PrESs/USA; 2022) es esta reseña! Mi inmensa gratitud a la ocupadísima Naida Saavedra, editora de La Pilsen Review de la revista El BeiSmAn, por su tiempo, su lectura, su mirada y su pluma. ¡Pasar a leer aquí que es una delicia!