
“Las nuevas desapariciones en Estados Unidos ya no nos físicas sino virtuales (a no ser que te falten tus ‘documentos’)”.
Pensando en cómo RESISTIR los próximos cuatro años sin morir en el intento; en acompañar, arropar y querer a mi gente; en hacer del espacio que ocupo un lugar seguro para las demás (aquí, como siempre: mi femenino es inclusivo y súper trans y racializada); en escribir, crear, aportar, proponer, sabotear la “oligocracia” esta que han montado sobre nuestras espaldas y con nuestro data; que los “metas” del mundo se quitaron por fin la máscara y nos han enseñado el monstruo que llevan dentro, que siempre estuvo ahí, que nunca se fue.
¿Dónde acudir ahora al encuentro de las demás? Ya cerré fuckedbook, pero si cierro fuckagram, ¿nos alienamos más aún? ¿Dónde están ahora esos lugares de encuentro? Nuestras plazas, nuestros bares y nuestras sobremesas del diálogo y el cuestionamiento y la propuesta y la resistencia. ¿Desde dónde conspirar contra los cuatro tipos de siempre? Porque siempre han estado ahí, pero reconocerlos habría requerido de nosotras renunciar a nuestro preciado “el dorado” del siglo XXI: el que se levantó a base bits, sobre el que construimos nuestras vidas y desde donde nos pueden hacer desaparecer con un golpe de clic. Así de sencillo. Las nuevas desapariciones en Estados Unidos ya no nos físicas sino virtuales (a no ser que te falten tus “documentos”), pero nos desaparecen igual.
La respuesta parece ser analógica… sigo pensando.
I am determined.
I will persist.
¡Por nosotras!
In the meantime, FUCK ICE!