
Los mensajes que me llegan por las redes sociales, los whatapps y correos que recibo a través de amigas y conocidas, las mini reseñas, las conversaciones y los corrillos de todas estas presentaciones y encuentros del último invierno en Estados Unidos y las dos últimas semanas en España, lo confirman: en Nombrar el cuerpo se reconoce tanto la mujer con el doctorado como la que no pasó de la educación general básica; tanto la lectora asidua como la ocasional; tanto la jubilada como la cincuentona, la estudiante universitaria o la de bachillerato; tanto la mujer que materna como la que no tiene ninguna intención de hacerlo; tanto la feminista como la que apenas está descubriendo esa palabra; tanto la hetero como la lesbiana, la bisexual o la mujer trans; tanto la blanca como la racializada; tanto la migrante como la que nunca dejó su tierra; tanto la bilingüe como la monolingüe… El hombre gay también se reconoce en su sometimiento por parte del patriarcado, y ¡hasta el blanco y hetero! que se acerca al libro por curiosidad y sale confundido y con ganas de releer porque sospecha que en él hay algo que, aunque no llega a entender, merece la pena “escuchar”.
Las mismas librerías y bibliotecas no saben muy bien donde ubicarlo y acaban etiquetádolo como narrativa, memorias, testimonio, ensayo, lgbtq+, estudios de género, teoría queer, feminismo, sociología…
Todo ello me tiene pensando en lo que para mí es el gran mérito de esta colección de textos, su interseccionalidad.
Esa palabra tan larga y difícil de pronunciar es uno de esos términos que llegaron para nombrar lo que nosotras ya sabíamos desde siempre, que nuestros cuerpos están atravesados por múltiples realidades que nos hacen quienes somos y que, aunque es verdad que no hay dos mujeres ni dos cuerpos iguales, ni todas contamos con los mismos privilegios ni estamos sometidas de la misma manera, todas tenemos cuerpos atravesados por realidades que nos permiten reconocernos como mujeres.
Con Nombrar el cuerpo (Editorial Egales/España y El BeiSmAn PrESs/USA, 2022) quise llevaros en un viaje de lo individual a lo colectivo y sistémico pasando por el cuerpo, y creo que lo he conseguido. My heart is full como dicen por aquí.
Gracias por leer.